martes, 16 de abril de 2013

Discriminación policial y vecinal.

¿Cómo se puede discriminar sin ningún motivo a personas imnigrantes? Aún no encuentro ninguna respuesta a esto y esta pregunta me la he formulado muchas veces, sobretodo a partir de una experiencia que tuve hace dos años durante una actividad basada en jugar al futbol con un equipo formado por dos profesionales y unos 10 usuarios del centro de día de la Fundación RAIS durante mi período de formación de prácticas con el colectivo de personas sin hogar de las cuáles un gran número eran personas inmigrantes de diferentes nacionalidades: en mi último día de prácticas junto, alquilamos una pista de futbol cerca del centro y de la propiedad de la asociación de vecinos del barrio, al incio de la mañana preparamos el equipamiento y  las bebidas para refrescarnos después de jugar, quedamos en la pista con la presidenta de la asociación de vecinos y nos comentó que algunos vecinos no estaban de acuerdo en alquilar la pista a extranjeros pero que ella no estaba de acuerdo con ellos, por lo que seguía alquilando la pista tanto a personas extranjeras como no extrajeras; después nos dispusimos a jugar al futbol pero hubo un percance al poco tiempo, ya que dos de los jugadores se chocaron cabeza con cabeza y uno de ellos empezó a sangran bastante; por lo que uno de los profesionales se fue con el herido al ambulatorio y yo me quedé sola con los demás. Poco tiempo después acudió un grupo de policías y les empezaron a preguntar por su documentación, he de decir que antes de saber el motivo de la llegada de los policias pensaba que acudieron al ver el charco de sangre por la herida de uno de los jugadores, inocente de mí. Sospecho que fueron los vecinos los que llamaron a la policía al ver a personas aparantemente de diferentes nacionalidades debido a sus prejucios y esteriotipos negativos hacia este colectivo. En el momento que les pidieron la documentación, les pregunté a los policias el motivo, porque no comprendía el porqué de esa petición y me dijeron que simplemente era algo rutinario y que no me preocupase, "si claro, ¡no tienen porque hacerlo!" pensé y "casualmente" a mi no me pidieron la documentación. Esta experiencia me perrmitió conocer más de cerca la realidad que sufren las personas inmigrantes asi como las personas sin hogar, y los grandes prejuicios que se tienen respecto a estos colectivos, por lo que aún queda mucho por hacer.

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