El
sábado dos de marzo, en la localidad riojana de Haro, se produjo una
congregación de un pequeño grupo de manifestantes en las puertas del
supermercado Mercadona, contra el despido de nueve trabajadoras que llevaban
muchos años trabajando en dicho centro; los vecinos que transitaban el lugar apoyaron a los manifestantes cuando supieron la razón por la que estaban allí. Aunque el número de
personas que había allí manifestándose era muy reducido y no existía ningún tipo de amenaza como se puede observar en las imágenes(las nueve
trabajadoras y algunos compañeros), la empresa no dudó en llamar a la
policía municipal y a la guardia civil, que acudieron inmediatamente.
Pero
no fue esto lo que llamó mi atención, sino que la jefa de personal se
acercó a uno de los miembros del personal que se encontraba en las cajas y
le ordenó con gran contundencia: "Sal ahora mismo, y dile a tus compañeros que están
despedidos", a lo que dicho empleado no dijo nada (por miedo a ser
despedido él también), terminó de cobrar a las personas que había en su
caja, salió temeroso a la calle y comunicó lo anterior a sus compañeros.
Ante esto surgieron en mi cabeza varias preguntas: ¿Cómo puede ser tan cobarde una persona como para delegar en alguien funciones que no le corresponden y además le comprometen? ¿Cuánto influye el miedo al despido en la situación actual? ¿Cómo se puede ser capaz de decir a tus compañeros que están depedidos cuando no es tu competencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario