lunes, 27 de mayo de 2013

Estratificación y lucha de clases. Alejandro Bonilla. Teoría del conflicto, materialismo histórico.


Estados Unidos de América, la tierra de la libertad, de las oportunidades... Cuna del capitalismo más voraz y del neoliberalismo más agresivo... Hagamos un ejercicio de imaginación y vallamos a un momento determinado en la historia, a un lugar concreto, a la piel de una persona entre otras tantas... La piel de Michael.

Michael nació en agosto de 1965 en Watt, una zona de ingresos bajos predominantemente negra en Los Ángeles. La madre de Michael se veía forzada a librar una lucha diaria para conseguir dinero y techo para ella y su hijo, de un año de edad y deficiente mental, cuando fue arrestada y conducida a la cárcel tras una pelea navajera. A pesar de la presión, la madre de Michael, Judy, no renunció a la tutela de su hijo, que nació mientras ella estaba en prisión.

Después de que Judy saliese de la cárcel, la falta de dinero, el paro y la precariedad les obligó a vivir en diez lugares distintos (incluyendo el apartamento de sus abuelos, dos hospicios, el porche trasero de la casa de su padrastro y un vagón de tren) durante diecisiete meses.

Judy se alegró al recibir un subsidio de asistencia ese año, como otras 265.221 personas en su zona. Gracias a ese subsidio, en su nuevo apartamento las ratas dejaron de ser un problema.

Al encontrarse en un barrio conflictivo, violento, con altas tasas de delincuencia, Judy matriculó a Michael en un colegio católico con la intención de mantenerlo alejado de las bandas y la calle. Tanto Michael como Judy se sentían muy mal al ser comparados con otros padres y niños de esa escuela, y la vergüenza alcanzó el máximo exponente cuando Judy no pudo pagar los 11 centavos que hacían falta para comprar lápiz y gomas. Michael fue matriculado en una escuela pública.

Cuando Michael tenía 7 años vio por primera vez cómo mataban a un hombre. El hombre de los helados, paseaba por ahí, unos chicos le pararon, le apuñalaron, se llevaron los 12 dólares de la caja y se fueron. Los vecinos salieron a desvalijar lo que quedaba en el carrito.

Bien, podríamos pararnos a predecir el futuro de Michael, pero en lugar de eso, vamos a ponernos en los zapatos de David, otro hijo del imperio norteamericano.

David nació en el otro extremo del sistema de estratificación social de éste país, en su parte más alta. Sus padres no sólo eran ricos, sino que estaban entre los millonarios y más poderosos. David era el pequeño de seis hermanos, sus padres tenían bienes por valor de al menos 500 millones de dólares que había heredado de sus padres.

David, al igual que Michael, vivió en diferentes casas y también le apasionaba el helado y los dulces... pero como es de esperar, las cosas no fueron distintas.

 Tenían la casa de la quinta avenida de nueva york, la casa de Pocantio Hills, los 3500 acres de tierra para ellos solos (cinco veces el tamaño de Central Park), la caballeriza y las clases de equitación, los paseos guiados, los coches eléctricos de la colección de papá... Mantener la finca costaba alrededor de 50000 dólares al año.

En la finca de Seal Harbor, en Maine, los niños podían ir durante el verano para navegar en sus muchos barcos o dar paseos por la cabaña del bosque privado de la familia.
David se parecía a Michael a los 2 años de edad, curioseaba el entorno, le gustaba jugar con sus juguetes, el algodón de azúcar... Pero David tenía un entorno mucho más amplio y seguro que explorar. 

David no se crio en un ambiente de delincuencia y violencia y es dudoso que viera alguna vez un apuñalamiento... Además, sus colegios también eran distintos, David fue a la escuela elitista de Lincoln, después a Hardvare y a la London School of Economics.

Antes de su jubilación, David Rockefeler era descrito como el ciudadano más poderoso de los Estados Unidos. Era el único hombre que tendría que bajar en el escalafón para convertirse en presidente.

Ahora cabe plantearse, ¿por qué David es tan rico y Michael tan pobre? ¿por qué esta diferenciación, este abismo? Pues bien, el concepto de estratificación hace referencia precisamente a eso, a la segregación, a la diferenciación, a la desigualdad de oportunidades y no precisamente por cuestiones individuales, si no sociales, históricas.

¿Qué pinta aquí este artículo?, pues bien, a pesar de los procesos de inclusión de la población negra en la sociedad norteamericana en los últimos años, sigue existiendo un sesgo importante, un elemento histórico al que hacía referencia antes que es muy importante: Los negros eran esclavos, los blancos señores de la tierra.

Los padres de Michael eran pobres, sus abuelos también, suma y sigue hasta la esclavitud. Si nos remontamos en el genomapa de David Rockefeler algunas generaciones, tendremos a los dueños de las tierras y los medios de producción, veremos a sus abuelos chasqueando el látigo sobre las espaldas de la familia de Michael. 

Se trata de una riqueza y una pobreza heredada, de una cuestión social, no individual, que determina el futuro de las dos biografías expuestas. Gran parte de la pobreza y la exclusión por cuestiones étnicas tiene su origen en el imperialismo, el neocolonialismo y la explotación de la tierra por parte de occidente. Pasa en Latinoamérica y en el continente africano. Casi todos los países africanos han sido capitales de la trata de esclavos o jardines de los terratenientes occidentales (como el caso del Congo, que fue un jardín personal de un capitalista belga).

Con esto, quiero reflejar que tradicionalmente, el origen de la riqueza, de la acumulación de capital y sobre todo este tipo de capital insultante, el “podrirse en dinero”, se encuentra en la pobreza de otras muchas, en su explotación, en la expropiación de sus tierras, en el exprimirles como mano de obra y fuerza de trabajo. Proviene del conflicto, de la imposición de una clase sobre otra, de la dominación de los pueblos.

No se trata de una "conspiranoia", es lucha de clases, es conflicto. Nadie cede sus privilegios sin plantar cara de forma violenta... Por eso ahora, cuando alguien se alza para reclamar un mundo más justo, el poder saca a sus perros para moler a palos a quien pretende salirse de la fila.

Abajo el régimen!


Alejandro Bonilla Calvo; Filosofía, 2ºA3
Facultad de Trabajo Social curso académico 2012/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario