sábado, 25 de mayo de 2013

SER INMIGRANTE NO ES UN DELITO


ISABEL LUENGO SÁNCHEZ


Me ha parecido interesante recordar otro modo de represión que sufren muchas personas inmigrantes en nuestro país por el hecho no residir de forma ilegal. Estas personas como si fueran delincuentes en muchas ocasiones son detenidas y encerradas en algún CIE de los que tenemos en nuestro evolucionado país.
Los CIES (Centros de Internamiento de Extranjeros) son centros donde se interna a extranjeros en situación irregular (sin papeles) a la espera de ser deportados. Si no es así, a los 60 días son liberados. Pero, si siguen en territorio europeo, pueden volver a ser encerrados. En la práctica, estos CIES funcionan como auténticas cárceles y tienen muchas menos garantías que éstas. Hay una completa opacidad sobre este tema, no se sabe lo que sucede dentro. Muchos ciudadanos ni siquiera saben de su existencia.
En muchos no entran las organizaciones sociales (según criterio del director), las visitas de familiares son muy breves y apenas se autorizan, no hay garantías sanitarias y se ha conocido una larga lista de abusos. ¡¡Recordemos que no han cometido ningún delito!! Simplemente una falta administrativa (=no tener papeles). Y se les encierra a partir de redadas en función del perfil étnico (es decir discriminatorias).

Los derechos humanos más elementales, que España y Europa se han comprometido a defender, no son respetados. Hay varios informes que así lo certifican (de Defensores de Pueblo, de la Comisión Europea contra el racismo, de diferentes ONSs, ...). Se conocen casos, no aislados, de abusos sexuales, de no asistencia médica (personas que siguen tratamiento médico o psicológico interrumpen su tratamiento), abortos sin asistencia, no hay un protocolo sobre embarazadas o menores, no se respetan derechos judiciales básicos, etc etc). ¡Recientemente han habido dos muertes en los CIES de España que se hubieran podido evitar!!

Su existencia forma parte de una política inmigratoria completamente injusta que criminaliza la inmigración y la pobreza, y pretende atemorizar a un sector débil para que siga siendo mano de obra barata.





 




Medio centenar de ONG han denunciado que todavía no se han aclarado las muertes de dos extranjeros hace seis meses ingresados en los CIE de Barcelona y Madrid. A través de un comunicado, organizaciones como Médicos del Mundo, la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos o Pueblos Unidos reclaman que se depuren las responsabilidades penales, administrativas o políticas por las muertes de Idrissa Diallo y de Samba Martine.

Idrissa Diallo, de 21 años, fue trasladado desde Melilla al CIE de Zona Franca de Barcelona, donde murió el pasado 6 de enero, a las dos de la madrugada. Según las ONG, los testigos afirman que se quejó de fuertes dolores y de problemas respiratorios en repetidas ocasiones y que no fue atendido de forma inmediata ni se pidió un servicio de traducción. Cuando llegaron los servicios de urgencia, ya era demasiado tarde y sólo pudieron certificar su defunción.

Samba Martine, madre de una niña de 9 años, acudió hasta 10 veces a los servicios sanitarios del CIE de Madrid y sólo una de ellas tuvo asistencia en la traducción, para terminar falleciendo el 19 de diciembre de 2011, a los 38 días de internamiento, sin haber sido diagnosticada y habiendo recibido sólo tratamiento sintomático, explican las organizaciones.

 Las ONG lamentan que tampoco se hayan implementado las recomendaciones que realizó el Defensor del Pueblo después de la visita al centro de internamiento de Barcelona, como la de establecer un sistema de registro que permita dejar constancia de las solicitudes de asistencia médica de los internos y dotar al centro de asistencia sanitaria permanente. Consideran que "la deficiente atención médica en los CIE es generalizada" y recuerdan que "cuando el Estado priva de libertad a

una persona, adquiere respecto de ella una posición de garante, que le obliga a velar por sus derechos fundamentales y muy especialmente por su vida y salud".

Es muy triste que en este país hayamos pasado de un Gobierno que celebraba la inmigración, el “aquí caben todos” y se esforzaba en cantar todas sus ventajas, a la persecución pura y dura. ¿Qué ha cambiado entre una y otra situación?






















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