martes, 21 de mayo de 2013

Sobre lo que sí es violencia. Alejandro Bonilla Calvo

Últimamente se habla con demasiada ligereza a cerca de la violencia callejera sin pararse a pensar el por qué de esa violencia.

Señores, señoras, es inevitable admitir que la violencia está en nuestras calles. Pero en ningún caso esa violencia es unilateral ni proporcional. Quien ejerce violencia, quien ostenta el monopolio del golpe, del insulto, la vejación y la agresión es el poder. El Poder. 
Y del poder podemos pararnos a hablar, o incluso tenemos la obligación de detenernos a reflexionar sobre cómo lleva actuando estos últimos tres años.

Bien, ¿alguien recuerda aún cómo comenzó la oleada de protestas en el territorio español? ¿Cómo se produjo el cambio entre la falta de movilización ciudadana y las manifestaciones diarias?. Obviamente fue un proceso acumulativo que engloba diferentes fenómenos sociales y contextuales (la crisis económica, la decadencia de la clase política, etc), que culminaron en una especie de "catarsis"... Esa catarsis se puede resumir en una frase: la gente despertó, abrió los ojos, no podía soportar más que la tratasen como si fuera estúpida, dócil y doblegable.  

Y entonces ocurrió ésto: http://www.youtube.com/watch?v=m24FOnCkV7A

Estamos hablando de un momento histórico, un levantamiento generalizado que tuvo repercusión a nivel mundial, que se duplicó y triplicó, que se expandió por todos los barrios dejando allí depositadas las herramientas para la organización (las asambleas de base), que se dio un buen revolcón, un polvazo con el resto de ciudades para dejar allí también algo suyo... Un 15 m GLOBAL, hasta en Nueva York, cuna del capitalismo.

Algo alucinante; pero lo más alucinante fue que se trataba de un levantamiento pacífico, no silencioso ni mucho menos, pero sí pacífico. Se predicaba el respeto, la tolerancia, la inclusión, la participación de quien estuviese dispuesto o dispuesta a participar.


Algunos medios lo asociaban a Stéphane Hessel, que publicó ese mismo año un libro aludiendo a la necesidad de un cambio social global mediante una revolución pacífica. 
Otros medios de la derecha, por qué no decirlo abiertamente, lo asociaron a ésto:

(Esperanza Aguirre, compara el autoritarismo y la dictadura franquista con las reivindicaciones del 15m)

(olor a porro... montaje y manipulación de la información por parte de Intereconomía)

Al margen de la agresión mediática, la gente pudo comprobar por sí misma lo que allí se gestaba, y poco a poco los medios fueron posicionándose más a favor de las protestas. Es en éste momento, cuando parece que las protestas no se acaban, no se agotan, cuando llegó la represión y la agresión policial.

(el famoso desalojo de la Plaza Catalunya)

(tras una concentración pacífica, la policía carga y detiene a ciudadanos que ejercían su legítimo derecho a protestar).

(Amnistía Internacional denuncia públicamente la vulneración de los Derechos Fundamentales y los Derechos Humanos de los manifestantes por parte del cuerpo represor español).

No hace falta que siga colgando vídeos, internet está plagado de agresiones policiales injustificadas hacia ciudadanos y ciudadanas indefensas.

¿Por qué esta violencia ha sido olvidada?.

Hasta ahora, sólo hemos llegado a la punta del iceberg. A todas nos pareció de chiste cuando el gobierno quiso equiparar la resistencia pacífica con la Kale Borroka, implementando un "pack de sanciones" que iban desde multas desorbitadas, hasta delitos graves que podrían culminar (si existía reincidencia) con penas de cárcel. 

(la reforma del código penal anunciada el año pasado, penas de cárcel).

(500 € por manifestarme)

Posteriormente, llegó la incredulidad máxima: ¿estará prohibido grabar una actuación policial? 

Si a la represión mediática, le sumamos la física y la administrativa y lo derramamos sobre el cócktail de recortes, la agitamos y mezclamos bien con la asfixia económica de las economías domésticas, añadimos dos partes de casos de corrupción, tres de indefensión, cuatro de dinero público a los bancos, una reforma laboral y demás...

(listado completo de los tijeretazos del gobierno actual)

¿Qué es lo que nos queda?. La ruptura del pacto social, de la paz social.

En ningún caso es justificable la violencia, pero sí se puede analizar. ¿Es más violenta la actuación de la policía o la de un manifestante? ¿Alguna es legítima? ¿Se puede considerar la violencia callejera y los disturbios como métodos legítimos de autodefensa ciudadana? ¿Qué es violencia?... ¿No son los recortes violentos? ¿No son los deshaucios violentos? ¿No es este sistema el más violento?...

Es comprensible, a medida que se recrudecen los ajustes del gobierno, las políticas que atentan contra la ciudadanía y aumenta la represión, aumenta la conflictividad y el grado de violencia. No es justificable, pero es completamente comprensible.

Violencia es no llegar a fin de mes, decían.
La realidad es más violenta que cualquier barricada, decían.



BASTA YA DE VIOLENCIA POLICIAL!, BASTA DE CRIMINALIZAR LA LUCHA POR LO PÚBLICO, POR LA JUSTICIA SOCIAL! BASTA DE MENTIRAS Y MONTAJES POLICIALES!





Alejandro Bonilla Calvo. 2ºA3. Curso académico 2012/2013. Facultad de Trabajo Social de la UCM

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